Colonización Alemana

  1. Colonización alemana.

1.1 Chile antes del establecimiento alemán:Antes del establecimiento alemán en la región esta se distinguía por presentar una población diseminada con centros, poblados de escasa relevancia, pero a pesar de ello destacan los sectores de Osorno, Valdivia y en menor medida La Unión.

Tenemos que durante la primera mitad del siglo XIX y antes de la llegada de los colonos, el panorama de la región presenta un escenario completamente diferente al del siglo pasado y se encuentra en una crisis, producto de los conflictos políticos, económicos y sociales del proceso de Independencia; a esto es necesario agregar la lejanía y el aislamiento en la que se encuentra en relación a los centros de poder de la época, debido a su ubicación geográfica.

Antes de la llegada de la colonización alemana las mejores tierras estaban ocupadas por particulares. Además de algunos factores como la mano de obra, de capitales, y de mercado, hacía el precio de la tierra en Osorno y Valdivia como uno de los más  baratos en Chile. Los alrededores de los lagos, Puyehue, Rupanco, Llanquihue, eran espacios vírgenes. Considerando que las tierras eran un factor que sobraba, atrajo el bajo numero de propietarios y el valor de las tierras, el gobierno tomó la iniciativa de traer colonos de Alemania para que hicieran patria en este apartado rincón de Chile. Al mismo tiempo también los privados hicieron lo suyo trayendo también colonos alemanes.

1.2 Colonización Alemana e industrialización a partir de 1850 a 1920:

A mediados del siglo XIX el gobierno de Manuel Bulnes había visto la conveniencia de colonizar Valdivia y Llanquihue. Philippi, hombre de espíritu emprendedor que había ingresado al ejército ejerciendo el grado de sargento mayor, pide al Estado autorización para viajar a Europa y contratar colonos, lo cual cumplió ampliamente.[1]

Junto con esto se analiza la ley de colonización, fundamentalmente para iniciar el doblamiento en el sur de Chile. Se trata de disposiciones que dan amplias facilidades a los colonos para radicarse en nuestro país siempre que cuenten con alguna “industria” útil al país. Esta ley se promulga hasta 1845.[2]

Claramente el gobierno chileno estaba de acuerdo con la llegada de alemanes, que se veían como un puerto de salida a las posibles colonias inglesas que amenazaban con llegar al sur, es así como el gobierno de la época, a cargo del Presidente Manuel Bulnes dicta una ley en la cual permite el ingreso de los colonos a la zona sur. Estas nuevas familias alemanas, a su vez, traen al país el ideal de industrialización lo que produjo posteriormente un auge económico a la zona.

Para los alemanes llegados al país las autoridades chilenas no serian un obstáculo creciente, debido a los grandes impuestos, sino muy por el contrario, serian una fuente de estimulo y de ayuda en su trabajo, además podrían contar también con la anhelada libertad política y tolerancia religiosa.[3]

Los alemanes no solo desarrollaron en el país sus ideales de industria y mercado, sino que también trajeron una nueva religión de carácter protestante, la cual no fue bien recibida por las familias católicas más conservadoras.

Por estos y otros motivos la llegada de los alemanes no era vista de igual forma por todos en el país, ejemplo, Eduardo de la Barra manifestaba que, “los colonos alemanes de la zona sur apelaban al gobierno alemán para que se apoderaran de esa región ya que los nacionales no eran capaces de autogobernarse”; no obstante, J. Valdes Conje decía que  “venían a reforzar las buenas cualidades de nuestra raza y aportar nuevas, de que mucho necesitamos, como la perseverancia en el trabajo, la economía, el orden y cumplimiento de los deberes y, lo que  no es menor, organismos sanos, fuertes y hermosos”.[4]

Los primeros inmigrantes llegados al país, liderados por Anwandter estaban compuestos por personalidades que habían tenido la vivencia de los conflictos de la comuna del año 1848 en Alemania, por el establecimiento de la república democrática y las luchas entre estados regionales. La derrota en manos de las tradicionalistas fuerzas prusianas y la persecución posterior generó un éxodo masivo de más de 6 millones de alemanes, de los cuales, en su mayoría se dirigieron a la conquista de Norteamérica, atraídos por la fiebre del oro en California y la conquista del oeste.[5]

Los primeros colonos eran en forma importante de clase socio-económico medio. Existían entre ellos, quienes disponían de capital inicial, de una capacidad empresarial, de un oficio y especializaciones en actividades agrícolas e industriales.

Los alemanes no solo disponían de capital y disposición para realizar trabajos en el país, sino que también traían consigo una nueva forma de pensamiento, el liberalismo. La nueva corriente ideológica buscaba la  mayor libertad política para los ciudadanos, de manera que pudiesen actuar y expresar sus opiniones sin presiones de ninguna especie. En el orden económico, se deseaba que los individuos y las empresas privadas realizaran sus negocios libremente, sin que el Estado fijara normas ni interviniese. Esas mismas condiciones debían regir en el comercio internacional.[6]

La llegada de colonos alemanes trajo consigo grandes cambios a nivel económico y social, un cambio en la organización, ya que estas familias al desarrollar técnicas industriales rápidamente tuvieron grandes ingresos, lo que los convirtió en una clase de elite, poniendo bajo su cargo mano de  obra chilena.

El pensamiento liberal con el que llegaron los colonos alemanes a la zona sur del país no fue un impedimento para realizar su trabajo tranquilamente, ya que las autoridades locales no les causaban problemas, solamente  les exigían que aporten con el desarrollo del país, toda estas ideas liberales en todo caso no las plasmaron de una forma que pudiera influir en los habitantes de la zona, porque los colonos se dedicaron completamente al trabajo de las industrias, sin armar algún partido o un bloque político que pueda alterar la contingencia local y que de cierta forma cause un desorden en el país.

No solo las ideas liberales y técnicas de industria-mercado surtieron efecto en el país,  la llegada alemana produjo cambios étnicos, es decir, una mezcla racial con los habitantes de la región, que de algún modo obedecía al plan del gobierno de purificar la raza.

Pese al espíritu liberal y emprendedor de los alemanes, no tuvieron un comienzo muy alentador, tanto que comerciantes, industriales y artesanos, tuvieron en sus inicios muy pocas expectativas de ver satisfechas sus aspiraciones de crecimiento económico; no había movimiento comercial, ni trabajo suficiente para los obreros. La agricultura y crianza de ganado era insignificante y lo que se producía no tenía precio. No obstante, casi todos progresaron, unos mas que otros, hasta encontrarse hoy la mayor parte de sus descendientes en situación bien holgada.[7]

Este progreso se debió a que las innovaciones en infraestructura material que los alemanes implantaron en las industrias de manufactura de materias primas, contribuyeron a un mejor sistema de producción, lo que permitió el crecimiento y solvencia de las familias alemanas y sus futuros descendientes.

Es importante señalar que uno de los factores que en mayor medida determinó el crecimiento y desarrollo industrial -y económico en general – de la zona sur (provincias de Valdivia y Llanquihue), fue el aporte de los colonos alemanes. El alemán a diferencia de la mayoría de los chilenos manifestó un activo espíritu empresarial que lo llevaría a mejorar la economía regional.[8]

1.3 Desarrollo Industrial en la segunda mitad del siglo XX:

Los colonos alemanes eran gente de notable empuje, gracias a cuyo tesón, pronto se vieron los mejores frutos. Además de la producción agrícola y ganadera, establecieron pequeñas industrias para la fabricación de cecinas, calzado, cerveza, muebles, carruajes, etc.

En la segunda mitad del siglo XX en Chile una de las actividades económicas que tuvo un acelerado crecimiento fue la fabricación de cerveza, su rápido desarrollo la convirtieron en uno de los principales rubros industriales del país. La producción de las primeras cervecerías de la región estaba destinada a satisfacer los requerimientos de los propios colonos. El reducido mercado laboral, la poca costumbre de los chilenos de consumir cerveza y el aislamiento relativo de la región con respecto al resto del territorio impedía colocar la producción en otros mercados, situación que llevo a que en los primeros años, estos establecimientos tuvieran una existencia modesta. Sin embargo a los pocos años el consumo de cerveza fue entrando en las costumbres de los chilenos.

Los emigrantes alemanes perfilaban por lo tanto como un grupo de personas marcadas por el liberalismo, el espíritu republicano y la voluntad de intentar una nueva vida de utopías en el nuevo mundo. Estos eran una mezcla de aventureros, liberales, excomuneros, republicanos, demócratas, gente culta y algunos con cierto capital, que formaban las características de los primeros flujos de inmigrantes alemanes. Estas características socio-económicas del primer grupo de alemanes se tradujeron en que la implantación fuera de carácter fundamentalmente comercial con la compra de tierras, actividades artesanales, inversiones y  desarrollo industrial y capital.

Durante cinco décadas se establecieron colonos siendo los flujos más importantes los ocurridos entre 1850 y 1875.

A fines del siglo XIX y comienzos del XX, comenzarían a verse los primeros resultados del trabajo alemán, que lograban un notable crecimiento económico en la región, y donde ciudades como Valdivia, se convertiría en una de las ciudades mas importantes de la región y del país, con un fuerte crecimiento industrial y un fuerte crecimiento de la población colona.


[1] Paulo Pedersen Garcia, “Historia de San José de la Mariquina  (1551-1900)”, Ediciones Universia,  Temuco 1992, pp. 359

[2] Jean Pierre Blancpain, “Los alemanes en Chile (1816-1945)”, Editorial Universitaria, Santiago 1986, pp. 56

[3] Andre Minte Münzenmayer, “Colonización alemana a orillas del lago Llanquihue  (1850-1900)”, Editorial Liga chileno- alemana, Santiago 2002, pp. 24

[4] Baldomero Estrada, Antimigracionismo Mesocrático”, disponible en: http://www.udec.cl/historia/rhistoria/art06-8.htm

[5] “Colonización de las riberas del Llanquihue” <http://www.monografias.com/trabajos11/metods/metods.html&gt;

[6] Sergio Villalobos, Pedro Cunill, “Chile: su Historia y sus regiones”, Editorial Universitaria S.A, Santiago 1974, pp. 103

[7] Osvaldo Leal, “Historia de la ciudad de La Unión en su 150 aniversario: 1821-1971”, pp. 34

[8] Gabriel Peralta Vidal, “Historia Económica y Urbana de Osorno”, Editorial Impresor, 1991,  pp.186

5 Respuestas a “Colonización Alemana

  1. Misionaria Protectiva

    Me ha encantado la entrada y, por lo que he podido ver, el esfuerzo que realizas por divulgar científicamente la Historia.

    Guardo este blog para futuras visitas.

    Gracias

  2. Axel Liebsch

    Me gustaria saber hacerca de Carl Liebsch Klimmer quien estuvo entre los alemanes que llegaron a chile en el año 1875 aproximadamente… Este se caso con Doña Josefina Espejo de los que nacieron varios hijos entre ellos Carlos Liebsch Espejo… agradeceria cualquier informacion real de quienes he nombrado.
    sin mas
    atentamente
    Axel liebsch

  3. Datos de Carl Heinrich Kogler, llegó con su esposa y un lactante en Diciembre 1852 a Corral, que pasaría con ellos.

Deja un comentario